5.000 Kms POR MARRUECOS
INTRODUCCIÓN.
Teníamos pensado ir de viaje a Egipto,
pero la situación allí se empezó a complicar y decidimos pensar en una
alternativa.
- ¿Por qué no
vamos a Marruecos en moto?.- dijo ella.
Sí, lo dijo ella. Aún recuerdo cuando me
compré la moto y me decía que ella sólo montaría por ciudad… jeje. Como aquello
sonó como música celestial para mis oidos nos olvidamos de Egipto (por el
momento) y comenzamos a planificar el viaje, nuestro primer “gran” viaje en
moto juntos y en solitario.
La ruta sería algo así, saliendo desde
Madrid y cruzando el estrecho desde Tarifa a Tanger:
25-02-2012 – MADRID – TARIFA – 704 km
Entre unas cosas y otras salimos algo
más tarde de lo planeado, sobre las 9 de la mañana, pero a cambio ganamos en
temperatura y no pasamos frío durante las horas de autopista.
Nos lo tomamos con tranquilidad, por lo
que decidimos quedarnos a dormir en Tarifa y desde allí cruzar el estrecho al
día siguiente.
Rocío aguanta como una jabata los
primeros 700 km de autopista del tirón de su vida.
26-02-2012 – TARIFA – TARIFA – 0 km
Después de un rico desayuno estilo
andaluz montamos todos los cachivaches sobre la moto y ponemos rumbo al puerto.
Unos pocos metros me sirven para notar que algo no va bien en la moto, nos
bajamos y…. ¡¡la rueda está pinchada!! No me lo podía creer, nunca había
pinchado, ni en el coche ni en la moto, y tiene que ocurrir a las puertas de
comenzar “la aventura”.
Aunquer llevo un kit antipinchazos
decidimos buscar a alguien que nos lo arreglase, ya que nunca he usado un kit
de esos y nos esperan mucho kilómetros por delante. Como Murphy se apunta a
todos los viajes que organizo, resulta que es domingo y no hay manera de
encontrar a alguien que lo pueda arreglar. Decidimos entonces quedarnos una
noche más disfrutando de Tarifa y el espléndido día soleado que hace, y partir
el lunes despúes de arreglarlo.
Al cabo de unas cuantas horas de la
playa al pueblo y del pueblo a la playa, Rocío se da cuenta de que el lunes es
el día de Andalucía, por lo que el taller es probable que tampoco abra.
Volvemos al hostal a confirmarlo, y efectivamente nos dicen que el día de
Andalucía allí no trabaja nadie. ¿Otro día perdido de viaje andando sin rumbo
por Tarifa? No nos gusta nada esa idea. La de cruzar a Marruecos y arreglarlo
allí que seguro que trabajan un domingo tampoco nos gusta mucho. Recurro
entonces a la asistencia en carretera de seguro, con esperanzas de que lo pueda
arreglar.
[yo] – Buenas tardes, tengo una rueda
pinchada y solicito asistencia.
[seguro] – Muy bien. Dígame la matrícula
de su moto.
[yo] – 4137 FMV
[seg]- Un momento por favor…. Ummm… ese
vehículo no aparece en nuestro registro… Dígame su nombre y DNI por favor.
[yo] – Fulanito de Tal.
[seg] - Un momento por favor…. Usted aparece aquí como titular de una
póliza de un coche.
[yo] – Ah….eh… bueno…mejor llamo al
seguro de la moto, muchas gracias.
[Rocío] – ¡¡ jajajaja !! (múltiples
carcajadas)
A la segunda lo consigo y al cabo de un
rato llega el tipo de la grúa, sin grúa, en un destartalado coche particular de
principios de los 80 (por lo menos). Creo que ha dejado la partida de dominó
del bar para venir a mi aviso, su boina y su palillo entre los dientes lo
delatan. Dice que lo más que puede hacer es poner una masilla en el agujero,
pero que no sabe si aguantará el viaje. Muy educadamente le digo que prefiero
que no toque mi moto por nada del mundo.
En cambio este personaje nos aportó una
información de gran ayuda. El día de Andalucía no era el lunes, ¡sino el
martes!, por lo que el taller estaría abierto. Rocío se había autoconvencido
por alguna razón desconocida de que era el lunes, y había conseguido
convencernos a mi, a todos los del hostal y a medio pueblo. El poder de
convencimiento que tiene esta chica es sorprendente, os lo digo yo.
27-02-2012 – TARIFA – KENITRA – 200km
A media mañana ya tenemos la rueda
arreglada y cogemos el ferry rumbo a África (¡que bien suena!). Una vez en el
otro lado la aduana resulta mucho más sencilla que las otras veces que había
bajado. El trámite del pasaporte se hace en el propio barco y el trámite del
vehículo fue bastante rápido y sin gorrillas pesados. Tan solo fue pesado un
policía que no paraba de repetirle a Rocío “¡beisbol! ¡beisbol! ¡beisbol!” una
y otra vez, porque no se había llegado a quitar el casco de la moto.
Una vez que pudimos rodar libres tomamos
la carretera que discurre paralela a la costa atlántica, hasta Asilah, donde
nos tomamos nuestro primer té.
Empieza a caer el sol y enfilamos la
autopista para ir directamente a un hotelito que ya conocía en Kenitra. Allí
salimos a cenar a un lugar que nos recomiendan en el hotel, en el que pedimos
un tajin de kefta (carne picada). Se trataba de unas mini albóndigas batante
especiadas, algo fuertes para una cena. Yo pensaba que todos los tajin traían
verduras o sémola, pero resulta que no es así.
Nos marchamos al hotel a intentar
digerirlo.
28-02-2012 – KENITRA – ESSAOUIRA – 472 km
Primer desayuno marroquí y de nuevo a la
autopista. Excepto el tramo que cruza Rabat, que es de 60 km/h, la autopista es
buena. Pasamos a carreteras nacionales a la altura de El Jadida.
Ahí ya la cosa cambia y el tráfico
empieza a enloquecerse. Los camiones circulan a una velocidad endiablada, la
línea continua es simple decoración sobre la calzada y los carros tirados por
burros comienzan a aparecer. ¡Por fin empieza la diversión!
Refrigeración por aire |
Paramos a comer en un sitio a pie de
carretera, y lo que hasta ahora había sido pan comido gracias al perfecto
francés de Rocío, se empieza a complicar. ¿El tajin lleva carne? Sí. ¿Y que más
hay? Brochetas. ¿Entonces el tajin lleva carne? No. Finalmente nos traen un
tajin sin forma de tajin y unas brochetas sin pincho.
El resto de la carretera no es mala,
aunque se nos hace un poco larga. Una vez en Essaouira nos buscamos un hotelito
en la playa, con vistas al mar.
Damos un paseito mientras cae el sol y
nos volvemos al hotel a cenar, ya que no nos quedan fuerzas para adentrarnos en
la medina. Además, nos toca un rato de limpieza de chupas y pantalones, por que
las gaviotas del lugar nos han dado la bienvenida muy efusivamente.
29-02-2012 – ESSAOUIRA – AGADIR – 181 km
Tras un nefasto desayuno en el hotel,
nos adentramos en la medina. Es bastante pronto, por lo que practicamente todos
los comercios estan cerrados. Con el paso del tiempo la medina comienza a
cobrar vida, los comercios extienden sus productos con sus imposibles montañas
de especias y las calles se llenan de gentío, carros, carretas y por si fuese
poco excabadoras, ya que media medina se encuentra en obras.
El puerto pesquero de Essaouira tiene
bastante fama, por lo que decidimos ir a visitarlo.
A pesar de las obras esta ciudad me ha
gustado mucho. Por lo que había leído me la imaginaba mucho más turística,
menos auténtica.
Volvemos a subirnos a nuestra montura poniendo rumbo a Agadir. La
carretera tiene buen firme y estupendas vistas.
Nos desviamos de la carretera principal
para visitar Immesouane. A los pocos metros de desviarnos noto que Rocío me da
golpes en los hombros y que intenta decirme algo. Decelero, me subo la visera y
oigo a Rocío gritando “¡¡el árbol
de las cabras!! ¡¡el árbol de las cabras!! ¡¡el árbol de las cabras!!” . Paro
como puedo y me dice que acabamos de pasar el árbol de las cabras. Se trata del
Argan, un árbol en cuyas hojas las cabras encuentran un auténtico manjar, por
lo que se suben por sus ramas, literalmente.
El aceite del argan es famoso por sus
propiedades en el uso de cremas y jabones, lo que explica la cantidad de
puestecillos ambulantes que habíamos encontrado por la carretera vendiendo este
aceite en todo tipo de botellas de refrescos reutilizadas.
Pero el desviarnos hacia Immesouane no
fue para ver el árbol de las cabras, que fue casualidad encontrarlo, sino
llegar hasta esta pequeña localidad costera, cuna actual de hippies y surferos.
Reanudamos la ruta hasta la carretera
principal, atravesando el parque natural de Tamri, donde las vistas de la
carretera y el mar se vuelven espectaculares, aunque nos azota el viento con
fuerza.
Llegamos a Agadir, encontramos un
modesto hotelito y como en cualquier ciudad playera europea nos vamos a
disfrutar del paseo marítimo y de una rica cena con un ridículo pero entrañable
cantante en directo.
Dios, la patria y el rey |
Bufff!! Me estás poniendo los dientes largos!! En 15 días me voy para allí en solitario, podrás leer la crónica en www.noimportaeldestinosinoelcamino.com
ResponderEliminarFelicidades por tu crónica, sigo leyendo ;)